November 23, 2024

Larva Esqueleto

La naturaleza en su caótica perfección siempre encuentra una forma de sorprendernos. En su vasta diversidad de vida se encuentra éste bello especimen con un mecanismo de defensa muy elaborado. Se trata de la larva de la famosa polilla rosada debajo del ala, también conocida como polilla chupadora, una especie en peligro de extinción que vive en la selva subtropical a unos 600 metros bajo la elevación del mar en los estados australianos de Nueva Gales del Sur y Queensland. Esta larva ha desarrollado un patrón muy característico para protegerse de posibles depredadores: una cara de esqueleto en su espalda. 

Endangered Pink Underwing Moth Caterpillar from Currumbin Valley, Gold Coast. Credits: David Attenborough Fans.

Uno podría imaginar que su par de ojos gigantes serían suficiente para advertirle a un ave que no se encuentra con una presa fácil, sin embargo esta oruga no se conforma con eso. Por lo tanto su especie ha desarrollado un increíble patrón que asimila la cara de un esqueleto aparentando una dentadura que podrían despedazar a cualquier depredador. La pregunta es, ¿por qué estass larvas aún teniendo ése sentido de defensa son tan difíciles de encontrar? Uno podría imaginar que éste tipo de protección natural haría sobrevivir a cualquier especie, más no es el caso.  La razón por la que esta especie no logra salir de su peligro de extinción es porque es muy especial con lo que come. Los únicos posibles hábitats en los que la Phyllodes imperialis se desarrolla se limitan a aquellos donde se encuentra la única planta que estas larvas comen. Se trata de una enredadera de la selva tropical llamada Carronia multisepalea, la cual crece exclusivamente en la selva subtropical del éste de Australia. Esta planta es tan rara que por lo tanto la polilla rosa debajo del ala se vuelve rara también al no encontrar hábitats para su desarrollo. De hecho, la larva solo ha sido encontrada en seis distintos lugares de la selva. 

A pesar de su gran esfuerzo por intimidar a sus depredadores con la gran cara de esqueleto que carga en su cuerpo, la larva no logra asegurar su existencia pues su problema no está fuera de ella, sino en su interior. La larva nunca va a poder prosperar simplemente cambiando su apariencia, sino evolucionando su dieta alimenticia. Un ejemplo de cómo es siempre más significativo cambiar por dentro que cambiar por fuera. La larva de polilla chupadora es una perfecta representación natural de la creencia humana de que debemos cambiar en el exterior para ser aceptados por los demás en lugar de cambiar en el interior. Muchas veces la gente cree que tienen que adoptar cierto estándar de belleza para no ser atacados por la sociedad. Sin embargo la interesante situación de riesgo de la polilla nos recuerda que nunca vamos a poder liberarnos de ése sufrimiento externo si no cambiamos en el interior para aceptarnos a nosotros mismos. 

La larva de polilla rosada debajo del ala nos recuerda que nuestros mayores problemas se encuentran en el interior y que la mejor manera de superarlos es adaptando nuestra forma de ver la vida desde adentro, no cambiando cómo nos vemos para aparentar algo que no somos.